viernes, 10 de marzo de 2023

Restauración (VI)

Ayer por la mañana, aprovechando estos dos días festivos, nos acercamos al mediodía a La Redonda. Es un placer entablar conversación con Belén. Da gusto escucharle, ¡cómo explica! 

En diez minutos, nos dio a mis hijos y a un servidor, todo  tipo de detalles de la imagen: cómo fue tallada, el proceso llevado a cabo para hacer el pelo y la estera, los brazos, la capa pictórica con los materiales usados y cómo fue pulida para tener como resultado una magnífica policromía… 

Es la segunda vez que hablo con ella pero he de decir que ha sido todo un acierto que Belén sea la encargada de la restauración. No soy ni mucho menos un experto en arte ni restauraciones pero ¡qué gran trabajo está realizando! Además noto que existe una relación casi mística entre la Magdalena y ella. Cómo le habla, trata, mira,…, es difícil explicarlo pero si podéis observarla entenderéis a lo que me refiero. Y la posibilidad va a existir. Será los próximos miércoles 15 y 22 de marzo a las 20:30, cuando describirá con todo detalle su trabajo.

Estado actual de María Magdalena Penitente tras la limpieza de los brazos, cuello y cara.

Y con el proceso de restauración, nos ha entrado el “gusanillo investigador” y  hemos dedicado algo de nuestro poco tiempo libre para seguir indagando, leyendo y buscando información sobre las esculturas de María Magdalena que hay en nuestro país. Tras la conversación mantenida con la restauradora a cerca del siglo en el que fue esculpida, hemos encontrado un artículo de lo más curioso.  

Antes - Fotografía de M. Cestafe

Ahora-Fotografía de M. Cestafe


Iguales pero distintas


En Laboratorio de Arte 31 (2019), (Revista del Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla), Javier Baladrón Alonso, de la Universidad de Valladolid, nos da varias pistas clave para entender mejor el “boom” de esculturas de María Magdalena en el Barroco y la importancia de los Jesuitas en su propagación. Así parece demostrarlo el hecho de que la imagen de María Magdalena se encuentre en un lugar destacado en muchas iglesias jesuíticas.   (Cliquea y lee).


Enlace para leer el artículo. 



Laboratorio de Arte 31 (2019)-Javier Baladrón Alonso,Universidad de Valladolid



Una vez leído, se me ocurre una trama perfecta para una novela ficticia pero con detalles reales sobre nuestra talla, imaginen….



… Corría el año 1679 y en la casa de los Samaniego nacía Manuel…. 

Su madre Paula como cada mañana deja al pequeño Manuel en la puerta principal del colegio jesuita del Salvador, donde el padre Borja profesor de Arte y Gramática le espera….

… Maestro y discípulo se despiden. A Manuel, brillante alumno del maestro Borja, le espera un futuro prometedor en el Colegio Viejo de San Bartolomé de la Universidad de Salamanca…. 

…1704, han pasado tres años y con veinticuatro años se licencia en Teología pero su pasión sigue siendo el arte. En su habitación ha logrado reunir una genial biblioteca con varios libros y tratados de arte,… 

…Asiste a reuniones y charlas con gente ilustrada de Salamanca. Allí conoce a Tomás Garcés, jesuita y profesor de Arte en el Real Colegio del Espíritu Santo de Salamanca y amigo de su antiguo profesor de Arte y Gramática en Logroño. Los dos entablan, gran amistad, participando en clases magistrales con los artistas más importantes de la época. 

El Barroco está en pleno apogeo y Manuel muestra gran interés por las esculturas de María Magdalena que la Compañía ha encargado y tiene en sus iglesias y colegios de Valladolid, Oviedo, Salamanca,… y Madrid. Allí, en su Casa Profesa, hay una imagen de Pedro de Mena, que le quita el sueño.


Al poco tiempo de su graduación, Manuel recibe la Canonjía Magistral de púlpito de la Santa Iglesia de Santo Domingo de La Calzada….

En 1719, Pedro Márquez, discípulo aventajado del taller de Pedro de Mena, deja Málaga  y gracias a las recomendaciones del jesuita Borja, ministro del taller malagueño, llega a Santo Domingo de La Calzada siendo contratado como escultor por el Canónigo don Manuel…


Don Manuel tiene un gran encargo para Pedro Márquez, quiere hacer realidad su sueño …, pero una carta ofreciéndole el obispado de Oviedo, hace plantearse su futuro. 

Con dolor, rechaza la mitra y envía a Pedro a Madrid, a la casa profesa de los jesuitas. Allí, su actual superior, Tomás Garcés, facilita a Pedro el estudio de la Magdalena Penitente que realizó su antiguo maestro. Su estancia en Madrid saca a la luz su pasado turbio y oscuro. Pedro se ve envuelto en una trama de robos, falsificaciones e incluso secuestros. A Tomás, llegan cartas anónimas alertándole de la doble vida que lleva su “protegido”, viéndose  obligado a expulsarlo. 


Manuel recibe una carta desde Madrid firmada por Tomás Garcés y no da crédito de lo que lee y ha sucedido. Para olvidar su proyecto fracasado, acepta el obispado de Tarragona. Durante los seis años en Tarragona,  Manuel hace gran amistad con el comerciante, burgués y aficionado al arte Jorge Fabra ….


En Madrid, Pedro Márquez, mal vive. Aun así, a escondidas y de incógnito sigue alimentando su pasión escultórica visitando iglesias y conventos pero hay uno que visita con frecuencia cada semana. Es el convento de las Descalzas Reales, allí pasa el tiempo tomando anotaciones y haciendo bocetos frente a la Magdalena Penitente del maestro Gregorio Fernández…. Las deudas le persiguen y Pedro teme por su vida y huye a Valladolid. Por mediación de un antiguo compañero de Málaga, encuentra acomodo en el taller artístico de Pedro de Ávila.


Manuel, cuando menos lo esperaba, quieren que sea Arzobispo de Burgos, aceptándolo por la cercanía a Logroño. 

En un taller escultórico cercano a la catedral llega un nuevo escultor desde Valladolid. Pedro Márquez, ya mayor encuentra al fin la paz que buscaba, haciendo lo que más le llena, esculpir. De sus manos empieza a brotar la obra de sus sueños, la que siempre quiso hacer, sus compañeros quedan maravillados del gran trabajo…


El taller, con la muerte de Pedro, entra en quiebra y su propietario Fernando Martínez, decide mal vender las cuadros y esculturas que posee,…, todas menos una.

Llegan noticas a Tarragona del cierre de un taller artesano en Burgos y Jorge Fabra decide ir allí para adquirir alguna obra y de paso visitar a su gran amigo Manuel. Queda prendido y enamorado por una Magdalena Penitente, Fernando no quiere desprenderse de ella pero si pagan una buena cantidad de reales …, todo es posible.

Cuando Jorge Fabra cena con Manuel de Samaniego y Jaca le pide ayuda económica para lograr una escultura única. A Manuel le corroe la curiosidad por saber de qué imagen se trata. Jorge no le desvela de quién se trata, le da largas, aún así, Manuel accede a darle una importante suma de reales. Como contrapartida, Jorge tiene que ayudarle en las obras de la capilla de santa Tecla de la catedral, haciendo que su amigo y afamado arquitecto Juan de Sagarvinaga participe en su construcción…


Jorge Fabra logra la Magdalena Penitente deseada. Una Magdalena con rasgos de Mena, Gregorio Fernández, Gaspar Becerra, Pedro de Ávila y Tomás de Sierra.Ya en Tarragona, recibe una carta de su amigo Manuel contándole su cansancio, debilidad, ..., empieza a sentirse mayor. Ante el temor por parte de Jorge a la renuncia al arzobispado de su gran amigo y mecenas, decide enviar a Burgos un obsequio que le anime, que le llene de felicidad y energía: La Magdalena Penitente que compró gracias a su ayuda….


Manuel queda hipnotizado con la escultura llegada desde Tarragona. No da crédito a lo que está viendo. Sin ninguna duda, es la imagen hecha realidad de aquel encargo que en su día hizo a un discípulo de Mena llamado Pedro y que tantos quebraderos de cabeza le dio…

El Santo Padre permite el retiro de un Manuel, ya mayor y cansado, en su casa de Logroño. Antes, aún como Arzobispo de Burgos, donará a la colegiata de La Redonda la Magdalena Penitente, a la que visitó cada día hasta su muerte.







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