viernes, 17 de enero de 2014

Emblemas.



Como bien sabemos los emblemas representan simbólicamente algo y en nuestro caso el escudo representa a la Cofradía. Tuvo su nacimiento en el año 1979 y como podemos leer en el Título primero, artículo quinto de nuestros Estatutos: “La cofradía reconoce como emblema propio el constituido por una cruz ladeada con cadena colgante y a su vez, un círculo con forma de cadena en donde se inserta la cruz”. Así se describe nuestra insignia pero profundicemos un poco más para conocer el porqué se diseñó así.
 
Emblema de la Cofradía
La cruz es la misma que la imagen sostiene en su  mano derecha.  Incluso la inclinación es debida a la visión que tenemos de ella cuando miramos a la Santa. Las cadenas que rodean y cuelgan de la cruz simbolizan el carácter penitencial de la Cofradía y a las penitentas que acompañan a María Magdalena.

Visión de la cruz que sostiene la imagen.
Emblema
 
Estandarte con el emblema.
Actualmente en nuestro hábito llevamos el escudo en el pecho del capuchón pero no siempre se puso ahí. Debemos recordar que antes se llevaba el antiguo emblema de la Hermandad, la Cruz del Santo Sepulcro de Jerusalén. Un círculo con una cruz grande y cuatro iguales pequeñas situadas en los cuatro ángulos de la grande, de color granate sobre fondo blanco. Y nuestro escudo se situaba en el hábito, concretamente en el brazo derecho, (entre el codo y hombro). Eliminándose cuando se puso capa y pasando a colocarse a la altura del hombro derecho.
Traje marrón.
Traje gris con capuz bajo y escudo de la Hermandad.
 
Traje actual


Con los años el emblema de la Hermandad fue sustituido por uno nuevo diseñado por el conocido pintor y escultor logroñés don Elías del Río. Compuesto por la bandera de Logroño, una cruz sobre un fondo morado y timbrado con la corona ducal del escudo de la ciudad.



jueves, 2 de enero de 2014

Un poco de poesía...



A muchos fieles la imagen de María Magdalena les trasmite diversas sensaciones y sentimientos. Si dentro de esos devotos hay literatos, con toda probabilidad alguna de sus obras, estará centrada en ella. Esto les pasó a dos conocidos escritores de nuestra ciudad, dedicando a la imagen de la Magdalena sendos poemas.
Hoy vamos a centrarnos en el poema dedicado por el poeta logroñés Luis Barrón Urién. El autor decide utilizar la poesía y no otro recurso literario para expresar sus sentimientos hacia la imagen. Haciendo que las palabras no sean palabras sino sentimientos y quien las lea sienta lo mismo que quien lo escribe. Y es que la poesía no está escrita en papel sino en el corazón de quien la escribe y de quien la lee.



A María Magdalena

¿Qué mago le ha inspirado el soplo de su vida?
¿Qué cincel ha latido junto al rictus doliente
de la sierva de Cristo, del alma arrepentida
que ungió los pies del Justo en su morena frente?

Sus cabellos son unas ramas de un desmayo deshecho,
su cabeza es la tumba de sus muertos pensares,
y la mano que oprime su fastidiado pecho
es dique que contiene sus amargos pesares.

Pero donde el artista dio sus toques geniales,
el lugar que sus manos consagrara inmortales,
donde oprimió el zarpazo de arte y de su amor,

está en la prodigiosa faz de la Magdalena,
en donde las pasiones se han convertido en pena
y el mundano deleite ya es divino dolor.
Luis Barrón Urién, 1941

¡¡FELIZ AÑO!!