domingo, 15 de diciembre de 2019

NAVIDAD





La Navidad se acerca y con toda probabilidad en nuestro interior se entremezclen recuerdos llenos de felicidad, alegría y ternura, con otros de tristeza y melancolía. Cada uno de nosotros tendremos un recuerdo distinto pero si realmente vivimos la Navidad, todos coincidiremos en que es una de las festividades importantes del cristianismo. 



En nuestra sociedad actual, tan polarizada, tan escasa de valores y tan de fachada, celebrar la Navidad cada vez más supone un mero acto social y festivo. En el que lo tradicional y familiar ya no se lleva porque es algo retrógrado y por supuesto nada progre. Intentando obviar e incluso eliminar su sentido religioso, convirtiendo a la Navidad en algo minúsculo, superficial, comercial y sin sentido. De tal forma que de unos años acá nos quieren “vender” y convencer de que no hay nada más extraordinario como unas navidades laicas, llenas de regalos, comidas y cenas de empresa, consumismo y sobre todo vacías de contenido. 


Lo siento mucho pero a estos analfabetos y manipuladores de la historia y tradiciones a su antojo y pensamiento, se les olvida que la Navidad es una fiesta puramente religiosa. Infinidad de personas en el mundo conmemoran el nacimiento de Jesús, el momento en el que Dios se hace hombre. El anuncio de la alegría, paz y luz. El encuentro con Jesús que de nuevo nos llama a nuestro corazón buscando posada y refugio. Ojalá un año más podamos encontrarnos con el Niño Dios. Feliz Navidad.