sábado, 9 de octubre de 2021

¿Qué pasará?

Entrado ya el otoño, es tiempo de empezar a analizar lo que pueda ocurrir la próxima primavera o al menos intuir o soñar con algo distinto a lo vivido durante los dos últimos años.

¿Volverán a repetirse estas imágenes en 2022?

Primeramente debemos lamentar el largo letargo que viven las cofradías de nuestra ciudad desde que concluye la Semana Santa hasta el inicio de la Cuaresma. ¡Una verdadera pena! Y no es entendible, (más aún, tras lo sucedido con la pandemia) pero entre unos y otros es mejor estar “escondidos”, no dar guerra ni mucho menos que hablar no sea que la “foto” salga movida y nos tengan que tirar de las orejas. 

Y..., aún siendo repetitivo, es una verdadera pena porque nuestra labor como cofrades va más allá de una semana, procesión o guardia. Nuestra misión es más amplia y ardua pero entre unos y otros nos quedamos como dice el refrán en agua de borrajas.

Pero en un futuro,..., ¿qué pasará? Por naturaleza soy optimista, por ello deseo y espero que las cosas cambien. Afortunadamente la pandemia empieza a estar “controlada” gracias a las vacunas, a medida que avancen los meses según dicen los expertos, la situación será aún mejor, al menos eso dicen. Así que, podríamos tener el próximo año una Semana Santa como las de “antes”, pero ...., ¿será posible?


De primeras, fácil no lo vamos a tener, sino basta con recordar lo ocurrido este año. Creo que los obstáculos serán múltiples y las trabas más difíciles de superar vendrán del “bando amigo”:

¿Estará la Junta de la Hermandad de cofradías por la labor, organizando una Semana Santa con procesiones? ¿Luchará por ello? ¿O seguirá a pie de la letra lo que “inviten” y dicten las altas esferas religiosas junto con el gobierno local y autonómico? ¿Volverán el Cabildo y Diócesis a ponerse de perfil? ¿Qué posición adoptarán? 

Y... ¿las cofradías? ¿Seguirán haciendo “la guerra” cada una por su cuenta? ¿O de una vez por todas seremos capaces de remar en la misma dirección? 

Preguntas que a día de hoy no tienen respuestas pero que en breve empezaremos a conocer. Ideas hay muchas y variadas para que de nuevo nuestros pasos puedan desfilar por las calles de nuestra ciudad. Sino basta con ver o preguntar en otros lugares de nuestro país cómo lo han hecho durante el mes pasado. No soy adivino ni tengo la bola mágica para ver el futuro pero sí tengo claro que o se hace una Semana Santa “normal” o de lo contrario podremos certificar la defunción del mundo cofrade logroñés quedando reducido a la mínima expresión. 

¡Que santa María Magdalena nos guíe y ayude!