viernes, 27 de septiembre de 2013

El paso de las penitentas.

Nuestra Cofradía no tiene sentido sin las "penitentas", personas anónimas que acompañan a María Magdalena durante la procesión del Viernes Santo en señal de penitencia ya bien sea por devoción, promesas, peticiones o agradecimiento.
¿Por qué detrás de nuestro "paso" y no en otros? Indaguemos en la historia y tendremos la respuesta.


Viernes Santo -1992-
En las procesiones de Vía Crucis la penitencia corporal era practicada por los miembros de las cofradías mediante empalados, grillados, encadenados o flagelados. En nuestra ciudad al igual que las del resto del país tenían lugar estas prácticas. Todo esto que un primer momento parecía un ejercicio de penitencia fue poco a poco transformándose en un espectáculo. Será en el siglo XVIII cuando por Real Orden se prohiben las procesiones con disciplinantes.

María Magdalena
Con la prohición las procesiones se empiezan a llenar de personas no cofrades que acompañan a las cofradías y sus imágenes. En Logroño eran cientos los penitentes que acompañaban a los distintos pasos. Con el paso del tiempo su numerosa participación  genera desorden e incluso peligro, ya que muchos de los penitentes tenían por costumbre ir debajo de los pasos, produciéndose varios accidentes durante la procesión. 

Viernes Santo -2006-
Todo ello y tras la fundación de la Hermandad, en el año 1949 se replantea la organización de la procesión. Será don Salvador Sánchez-Terán, juez de instrucción, magistrado y Presidente de la Audiencia Provincial de Logroño, quien tuvo la idea e iniciativa de incorporar la imagen de Santa María Magdalena a la procesión del Santo Entierro.

Estos dos hechos fueron providenciales, ya que con la creación del nuevo "paso" se agrupan en torno a él a todas las personas y penitentes que cumplían sus promesas y que participaban en señal de penitencia con anterioridad en otros "pasos".
El nuevo "paso" impresionó vivamente a la ciudadanía que se agolpaba en el desfile procesional no solo por la imagen sino también por la cantidad de penitentes que le acompañaban. Ya que Santa María Magdalena fue escoltada por 115 penitentes.


Penitentas detrás del paso
Durante varios años el grupo de penitentes lo formaban hombres y mujeres pero con el paso del tiempo sólo mujeres en señal de penitencia seguía acompañando a la Santa.

Viernes Santo -2006-
Actualmente muchas son las mujeres que cada Viernes Santo acuden detrás del "paso" para acompañar a su imagen querida, tapadas o descubiertas, siempre de negro, algunas delcalzas y otras con cadenas en sus pies cumpliendo alguna promesa o dando gracias a la Santa por peticiones pedidas.

Por todo ello, en nuestra ciudad la Cofradía es conocida como "el paso de las penitentas", sin ellas nuestra señal de identidad no sería la misma.



viernes, 13 de septiembre de 2013

El origen.

La imagen titular de la Cofradía es uno de los tesoros que desfilan durante la Semana Santa en nuestra ciudad. Como muy bien sabemos fue donada a La Redonda por el Arzobispo de Burgos y Tarragona don Manuel Samaniego y Jaca. Tras muchos estudios e investigaciones se concreta que la escultura se realizó hacia el año 1550 en el taller de Gaspar Becerra. 



Pero ¿quién fue Gaspar Becerra? 

(Baeza 1520-Madrid 1570). Fue pintor y escultor del renacimiento español con gran influencia del italiano Miguel Ángel. Se formó como pintor en Roma donde colaboró con Vasari y Volterra. El contacto con estos y otros pintores así como el estudio de los dibujos de Miguel Ángel harán que su obra siente las bases del romanismo en las escuelas del norte de España durante el último tercio del siglo XVI. Vuelve a España como pintor de corte de Felipe II, trabajando en los frescos del Palacio Real de El Pardo y el Álcazar de Madrid.


Retablo de Astorga
Como escultor y pintor real, introduce en España las formas y modelos del manierismo de Miguel Ángel. Entre sus obras escultóricas más importante se encuentran el retablo de la Catedral de Astorga (León) (1558-1562), el de las Descalzas Reales de Madrid (hacia 1563) y otro retablo para el convento de Santa Clara de Briviesca. 

Suyos son el Cristo de la flagelación de León y el Cristo Yaciente del Monasterio de las Descalzas Reales de Madrid. se le atribuyen varias imágenes exentas, entre  las que sobresalen el Santo Toribio de Astorga y el Cristo de las Injurias de la catedral de Zamora.

Como podemos leer, fue uno de los escultores más importantes que tuvo España en el siglo XVI y en su taller, donde sus discípulos aprendían conocimientos del gran maestro procede nuestra venerada y querida María Magdalena.
 

Cristo Yaciente -Madrid-
Cristo de la flagelación -León-

Cristo de las Injurias -Zamora-



María Magdalena -Logroño-

Imagen de fuerte expresión sentimental, gran belleza y mérito artístico. Su expresión de arrepentimiento se concentra en su mano derecha apoyada sobre su pecho mientras su otra mano sostiene un crucifijo en el cual centra su mirada. Su cuerpo está oculto por una estera y sus hombros cubierto por una preciosa melena. Es su pelo una auténtica relequia debido a la perfección con la que fue tallado. Una gran joya no solo por su profunda expresión de arrepentimiento y dolor sino también por su magnífica talla y origen.


María Magdalena, Logroño -1550-