El Domingo de Resurrección, tuvo lugar un pequeño acto organizado por la cofradía cuya finalidad no era otra que rememorar la visita de María Magdalena al sepulcro. El acto tuvo que modificarse debido a causas ajenas y externas a nuestra cofradía pero en todo momento prevaleció el objetivo por el que fue planificado.
Del mismo modo, ha reconfortado en parte la necesidad de “contacto” con el resto de hermanos. No ha sido lo deseado ni dispuesto pero en definitiva ha ayudado a hacer comunidad y cofradía. Era muy necesario, sentir que somos familia y que nuestra cofradía sigue latente y con vida.
Vídeo-Solemne traslado-procesión de María Magdalena-4 de abril de 2021
El acto se dividió en tres partes. En todas ellas, debido a la pandemia, se respetaron y siguieron las medidas de seguridad.
En la primera de ellas, nuestro prior don Isidoro, leyó el Evangelio e hizo un sermón sencillo y breve, en el cual, remarcaba la importancia de María Magdalena no sólo en la vida de Jesús, sino también en su pasión y muerte: En todo momento estuvo ahí, junto a Juan y María, mientras el resto de discípulos y seguidores estaban ocultos por temor y miedo. Y toda esa fe y amor fueron gratamente recompensados, siendo la primera en ver a Cristo resucitado. Por ello, insistió don Isidoro, en seguir su ejemplo de vida. Animando a la cofradía a ser mensajera y transmisora del Evangelio, siguiendo los pasos de Cristo como en su día hizo María Magdalena a pesar de la infinidad de problemas que nos surjan.
En la segunda parte, se realizó una procesión-traslado de María Magdalena hasta su lugar de culto. Durante el corto recorrido por los pasillos laterales de la nave central de la concatedral, se hicieron paradas y honores ante el Cristo Yacente del Santo Sepulcro, Nuestra Señora de La Soledad y La Dolorosa. Al terminar la “procesión”, se cantó el himno a María Magdalena.
Como tercero y último, se procedió a subir a santa María Magdalena a su peana frente a la sacristía de La Redonda. Como colofón, el prior sugirió, que no sería mala idea institucionalizar este sencillo acto desde este año.
Pasada la Semana Santa 2021,
es momento de recordar todo lo experimentado durante estos días tan especiales,
llenos de fe y sentimiento. De nuevo una Semana Mayor distinta, atípica pero teniendo la
oportunidad de sentirla con mayor profundidad, ayudándonos a entender mejor el por qué la celebramos.
Domingo
de Ramos
Como de costumbre preparamos nuestras
palmas, no hubo procesión ni estrés ni prisas por llegar
a tiempo a La Redonda. Fuimos hasta Palacio para ver y visitar el paso de "La Borriquilla". Después nos acercamos a la
plaza del Mercado y allí nuestro hijo pequeño, (fiel admirador de “La Borriquita”), gracias a su gran capacidad creativa, nos transportó a toda la familia a una
“procesión virtual” en el que él era cabo de varas de un paso lleno de
esperanza e ilusión.
Miércoles
Santo
Este año tampoco pudo ser tal y como se lleva realizando desde hace veinticinco años, a las 18:00 horas los cofrades encargados de bajar a santa María Magdalena, Roberto, Miguel M., Carlos Merino, Luis y quien esto escribe, no estaban preparados frente a la sacristía para realizar el traslado de la imagen hasta la capilla de Los Ángeles. Aún así, uno no podía faltar un Miércoles Santo más y en medio de una misión casi imposible, pude estar ahí, junto a ella, bajo sus pies, respirando y sintiendo esa paz y tranquilidad que solo ella sabe transmitir.
Imposible fue, saludar como cada año a Paco, Beatriz e hijos y varios cofrades de La Soledad que cada Miércoles Santo, como si de un ritual anual se tratara compartimos nervios, saludos, abrazos y ánimos.
Por la noche, no hubo Encuentro pero mi hijo mayor devoto y fan número uno del Nazareno me animó por enésima vez a ver varios vídeos y revivir una vez más el duro y amargo caminar de la Madre para ver a su Hijo. En mi mente, Paco y Ricardo, cofrades amigos de La Soledad y Nazareno, cofrades que viven con gran fervor el Miércoles Santo.
Jueves
Santo
Fue un día distinto, ilusionante y duro. Por segundo año consecutivo volvía a experimentar un Jueves Santo diferente
pero a la vez particular aunque lleno de emociones fuertes.
La primera sin duda fue la bajada de santa María Magdalena. De nuevo, una vez más, tras un año en blanco, las sensaciones, magia y sentimientos que uno experimenta en este pequeño acto son indescriptibles.
No fue el miércoles pero sí el jueves, como se hacía antaño. No la llevamos hasta la capilla de Nuestra Señora de los Ángeles como se había planificado con anterioridad a la Semana Santa. Pero tras el gran apoyo de todas las cofradías, Hermandad, Diócesis e insistencia por parte de nuestro Hermano Mayor, María Magdalena pudo bajarse a las 9:00 de la mañana, siendo trasladada a la capilla de Bezares, donde quedaría expuesta para su culto y oración durante el resto de la Semana Santa.
Hicimos visitas a Santiago y Santa Teresita y porsupuesto no faltamos a
nuestra cita en La Redonda. Y ahí, todo son buenos recuerdos y vivencias que parecen inalcanzables debido a esta maldita pandemia y, como todas las Semanas
Santas buscando entre los cofrades de La Soledad a mi amigo Paco. Siempre en
mil sitios, atareado y liado pero sacando unos minutos que son oro para tomar algo como cada Jueves Santo desde hace ya muchas primaveras. Hablando de
nuestras vidas, de la Semana Santa, de nuestras cofradías, …, arreglando el
mundo cofrade o quizás desarreglándolo pero tan necesitados de él, que desde hace más de un año, nunca lo habíamos echado tanto en falta.
Ya por la noche, esperando a que falten cinco minutos para las doce, es momento de reflexión, recogimiento y rezo con la oración del Silencio. Viviendo sin lugar a dudas uno de los instantes más vibrantes y conmovedores de esta Semana Santa.
Viernes
Santo
El día más importante sin ninguna duda de la Semana Santa en Logroño. Es cierto que a lo largo de los años han ido apareciendo distintas procesiones pero sin duda, la Magna procesión del Santo Entierro, es raíz y origen de nuestra Semana Mayor. Por la mañana, visitamos a La Piedad en Valvanera, repetimos en Santiago, seguimos con Palacio y San Bartolomé, acabando el recorrido matutino en La Redonda.
Ya por la tarde aunque de manera distinta, realicé las mismas rutinas que hacía cada Viernes Santo pre-pandemia. Acudo como de costumbre a la capilla de Los Ángeles, en busca del sonido y barullo de una tarde como la de hoy pero tan solo encuentro silencio y una capilla del Carmen vacía sin la presencia del Cristo de Las Ánimas ni la Magdalena.
En el exterior, la plaza del Mercado estaba abarrotada pero no para ver los distintos
pasos y esperando el inicio de la procesión, sino para sentarse en las distintas terrazas que han conquistado el “territorio cofrade”.
Aún así, me detengo unos minutos y pienso en los minutos previos antes del inicio del Santo Entierro dejando a mi
mente volar y viajar a otros años. He de reconocer que disfruto enormementede esta espera mientras que a muchos se le hace eterna. Observo todo lo que
pasa alrededor, personas que se acercan, familiares hablando con cofrades y,
como cada año las visitas y saludos de rigor a cofradías hermanas y amigas. A lo lejos veo a Manuel, estandarte en mano
junto a su nieto y su hija Vanesa. A Javier Bastida, (¡qué dura y triste ha sido para él esta Semana Santa, ánimo hermano!), saludando a otros Hermanos Mayores que se acercan a saludarle. Davalillo haciéndose miles de fotos junto a Álvaro mientras hacen lo mismo Pepelu junto con sus nietos y
su yerno Roberto. Puedo oír las risas de los de “Valladolid”, (Jesús y José
Saenz), los “Calle” (José y Alberto), María Asensio y María González junto a sus
padres Antonio y Jesús tras el comentario gracioso de Luis. Al
fondo, dentro de los portalillos la banda en pleno custodiando los instrumentos
y esperando instrucciones de Naiara. Mientras Hugo, Miguel Marín y Dani bromean
con Geni y su hermana. María con Aitana y Leire buscan una salida a la plaza entre bombos, tambores y timbales. Regreso
a las varas; Carlos Merino, Julián, Ismael, Diego, Rubén Rodríguez, Carlos
Fernández, José y Víctor Vicente, Valle, Sara, Cristina, José Mª Gallardo,
Carlos Merino, Javier Ceniceros, Mª Mar, Ana Rosa, Rubén Pérez, las hermanas
Cestafe: Yolanda y Mª Mar, Javier Bastida (hijo), José Luis y Daniel Pascual,
Tomás, Jesús de Pablo, Carlos Martínez, Daniel Ceniceros, Ángel, Miguel Porres
y Santi, esperan impacientes a que David les ordene bajarse los
capuces y comenzar la procesión.
De
repente el bullicio de las terrazas me devuelven a la realidad e inicio el recorrido de la procesión. Cada metro que recorro es un bombardeo intenso de emociones difíciles de gestionar. Portales, parada en el Ateneo para recordar la jota a la Magdalena. Momentos de reflexión en Rodríguez Paterna en la tradicional parada en la Cocina Económica. Al fondo el hospital. No puede faltar la visita allí, pidiendo por todos los
profesionales sanitarios y enfermos, sin olvidar a tanta gente que este maldito virus y otras enfermedades se han llevado por delante.
Giro para adentrarme por Marqués de San Nicolás.
Este tramo, sin ninguna duda, es mi favorito, siempre lo ha sido, ya que me invita a meditar profundamente, a pensar
“en mis cosas”, mi vida, la situación actual, buscando respuestas a tantos porqués,
silencio, oración…
Sigo por la calle Mayor hasta llegar al final de la Costanilla para girar en la Merced. Vuelvo a Portales y de nuevo el ruido de las terrazas sustituye a los mazos, horquillas, camapanas, tambores, timbales, bombos y cornetas de un Viernes Santo por la tarde-noche en Logroño. ¡Aún así, no quiero acabar! Alcanzo sin contratiempos La Redonda, recojo los claveles encargados, dando por terminado este Santo Entierro tan distinto, no el deseado pero a la vez tan reconfortante, necesario y enternecedor.
Domingo de Resurrección
Después de tener preparado un acto en la nave central de la concatedral en el que María Magdalena y Jesús Resucitado eran los protagonistas y, tras varias negociaciones y cancelaciones ajenas a la cofradía, tan sólo se pudo realizar un sencillo traslado-procesión de nuestra santa, después de la lectura del Evangelio de este día tan importante y del acertado fervorín por parte de nuestro prior.
Los integrantes de la cofradía y, más en concreto su Junta de Gobierno, no ocultaban su decepción y malestar por no poder hacer el acto tal y cómo se había pensado. Luego algunos cargos de la Diócesis muestran preocupación debido a la bajada de asistencia a eucaristías o actos organizados por las distintas parroquias,... Que analicen a fondo entre muchas otras, el comportamiento o soberbia de algunas personas, en nuestro caso, el de una, que siempre tiene el no por respuesta ante cualquier actividad que organice una cofradía, coro o grupo en la concatedral.
Gracias a Dios, algo pudimos hacer, no lo deseado pero con el apoyo de don Isidoro Amutio, nuestro prior, resto de cofradías, Hermandad y Diócesis, María Magdalena fue trasladada con gran solemnidad hasta su lugar de culto. Viviendo el último de los momentos emotivos de esta semana.
Y así transcurrió la Semana Santa de 2021, no la querida ni soñada pero al menos, nos quedamos con mejores sensaciones que la pasada. Han existido actos, respetando y siguiendo las medidas de seguridad, que en el fondo han reconfortado en parte la necesidad de “contacto” con el resto de hermanos. En definitiva, lo realizado estos días ha supuesto hacer cofradía y comunidad. Era necesario, sentir que somos una familia y que nuestra cofradía sigue latente y con vida.
Esperemos que todo lo sentido, nos anime a reflexionar y ayudar a todos aquellos “pasos vivientes” que cada día se cruzan en nuestras vidas. A entender y comprender que siguen existiendo situaciones complejas y duras de asumir pero el mensaje que nos trasmite Cristo, al igual que lo hizo con María Magdalena, es que juntos lo superaremos, no saldremos ilesos pero lo lograremos, tengamos fe.
María Magdalena es buena
compañera de viaje en nuestras vidas, cuando vivimos realidades de
desesperanza, de no ver salida, de dolor y sufrimiento. Su ejemplo de vida nos
sirve de ayuda en nuestro día a día para superar cualquier adversidad.
María Magdalena mujer enérgica,
impulsiva y cariñosa que estuvo al pie de la cruz, tuvo el privilegio de ser la
primera persona en ver resucitado a Cristo. Él honró su fe y le confió el
primer mensaje de su Resurrección.
Esta Pascua, no puede hacernos
olvidar que sigue habiendo situaciones duras y complejas de entender y asumir.
Pero el mensaje que hoy nos transmite Cristo, al igual que en su día lo hizo a
María Magdalena es que, JUNTOS, lo superaremos. No saldremos ilesos pero lo
lograremos, tengamos FE.
El primer día de la semana,
María Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la
losa quitada del sepulcro.
Echó a correr y fue donde
estaba Simón Pedro y el otro discípulo, a quien tanto quería Jesús, y les dijo:
«Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto.»
Salieron Pedro y el otro
discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo
corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; y, asomándose,
vio las vendas en el suelo; pero no entró. Llegó también Simón Pedro detrás de
él y entró en el sepulcro: vio las vendas en el suelo y el sudario con que le
habían cubierto la cabeza, no por el suelo con las vendas, sino enrollado en un
sitio aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado
primero al sepulcro; vio y creyó. Pues hasta entonces no habían entendido la
Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos.Evangelio según san
Juan (20,1-9)
Algo grande ha ocurrido. El mejor regalo que Dios ha dado a
todos los hombres y mujeres.
¡Aleluya! Cristo resucita y de nuevo renace la esperanza de
la vida.
PROCESIÓN
DE CRISTO RESUCITADO
Santa Misa. Cementerio Municipal.
Salida. Cementerio Municipal.
Organiza: Cofradía de la Entrada de Jesús en Jerusalén.
Paso: Cristo Resucitado.
Procesión de Resurrección Logroño. Domingo de Resurrección 2019. Por gentileza
de Arco de San Felices. https://youtu.be/JQ3p1qjxtY0
El día más importante de la Semana Santa en Logroño. Es cierto que a lo largo de los años han ido apareciendo distintas procesiones pero sin duda, después del Encuentro, la Magna procesión del Santo Entierro, es la raíz y origen de nuestra Semana Mayor.
Si lo trasladamos a nuestra cofradía, hoy también es el día principal para todo cofrade magdaleno. De nuevo, María
Magdalena nos llama para acompañarle. Tenemos la suerte de estar junto a ella, muchas personas la han portado, siendo sus píes desde 1949. Y, ¡cómo no! escoltados por
sus fieles y devotas penitentas, sin ellas este paso perdería toda su identidad.
Todos estamos citados. Aprovechemos esta oportunidad, somos unos privilegiados. Seremos más de los treinta y ocho portadores habituales. Hay puestos para todos. ¡Guíanos Magdalena! Sabemos que no será fácil pero nadie mejor que Tú para evitar darnos la vuelta y seguir hacia adelante a pesar de los obstáculos que vayan apareciendo.
¡Santa
María Magdalena, ruega por nosotros!
Vídeo-Una experiencia única
Enlaces del Especial de TVR sobre la Semana Santa de Logroño y sus Cofradías-2021
Organiza: Hermandad de Cofradías de la Pasión de la Ciudad de Logroño y Cabildo
de la S.I. Concatedral de Santa María de la Redonda.
Pasos: La Oración del Huerto, La Flagelación, El Encuentro, María Magdalena,
Jesús Nazareno, Cristo de las Siete Palabras, Santo Cristo de las Ánimas, El
Descendimiento, Ntra. Señora de La Piedad, Santo Sepulcro y Nuestra Señora la
Virgen de la Soledad.
Magna Procesión del Santo Entierro Logroño. Viernes Santo 2018. Víctor Ochoa
Hurtado.
Hoy gozamos de una nueva
llamada para acompañar y ser los pies de santa María Magdalena. Muchos han sido
los hermanos que la han portado por las calles de nuestra ciudad en la
procesión del Silencio durante las primeras horas del Viernes Santo. Y hoy, aunque
de manera distinta, tenemos la oportunidad de portar a nuestra santa, no
podemos fallarle, nos necesita y nosotros a ella también. ¡Aprovechemos
este momento único!
Mandamos un saludo fraternal a
todos nuestros hermanos, cofrades de otras cofradías y fieles que esta tarde nos
acompañan en la Oración del Silencio y Dolor de santa María Magdalena.
Llevando a nuestras espaldas
más de un año de pandemia, tenemos la suerte de vivir una vez más una
experiencia única y entender mejor el por qué celebramos nuestra procesión y
Semana Mayor.
Una Semana Santa más, María
Magdalena sufre en silencio y llora por la
dureza de esta pandemia. No está sola, su cofradía, sus fervientes penitentas y
devotos le acompañan en su triste caminar.
Debemos seguir sus pasos.
Ejemplo de corazón ardiente, vivió agradecida y entregada a los demás. Esa
entrega, le llevó a estar al pie de la cruz cuando todos los discípulos,
excepto Juan, estaban ocultos por temor y miedo. Sin embargo, María Magdalena
estuvo allí, recibiendo más tarde el regalo de ser la primera en ver a Jesús
resucitado. De ahí que, María Magdalena sea buena compañera de viaje en nuestras vidas. A pesar de
todo lo que está ocurriendo en el mundo, el mensaje que hoy nos transmite es
que juntos, lo superaremos, no saldremos indemnes pero lo lograremos. Su vida
nos sirve de estímulo, tengamos fe.
Aun así, pide a su cofradía y creyentes
que sean faros que iluminen de verdad. Sabe que somos necesarios para auxiliar,
transmitir paz, esperanza y fe.
Somos la cofradía de las
penitentas y este año ofrecemos como mayor penitencia no salir en procesión.
Nos duele y mucho pero somos conscientes que ahora debemos estar junto aquellos
que más nos necesitan y padecen el dolor de la desesperanza. Tenemos que ser
portadores del Evangelio para que cada día iluminemos a todas las personas que
necesitan de nuestra santa, dándoles protección y atención.
Recordamos a todos los que te han
acompañado o portado y que ya no están con nosotros. Especialmente a nuestro
hermano José Luis Castillo y a todos los difuntos que ha dejado esta dolorosa
pandemia. Sabemos que a todos ellos personalmente cuidas, disfrutando de la felicidad
eterna junta al Padre.
El amor que es la vida hecha
vuelo,
te condujo a los pies del
Señor.
Magdalena bendita, tu anhelo.
Hizo un día en la tierra tu
cielo
y en él, Cristo te daba su
amor.
Hoy tu cofradía te aclama, te
implora
y te da con su fe el corazón.
Si es preciso llorar también
llora
como Tú para hallar el perdón.
María Magdalena, Tú que te
arrepentiste de tus pecados por amor a Jesucristo,
Ruega por nosotros para que se
perdonen los nuestros.
Ayer no pudo ser pero hoy sí. Como se hacía antiguamente, el Jueves Santo por la mañana, santa María Magdalena ha sido bajada de su lugar de culto. Momento de emociones fuertes, (tras dos años de espera debido a la pandemia), para los pocos cofrades allí presentes, cumpliendo y siguiendo las medidas de seguridad que han marcado las autoridades.
De ahí ha sido trasladada en unas nuevas “mini andas” hasta la capilla de Bezares en la nave central de la Concatedral, siendo expuesta para su culto y oración durante el resto de Semana Santa.
Vídeo-Especial de la cadena TVR sobre la Semana Santa de Logroño. Cofradía de María Magdalena
También ha sido una mañana triste, ya que la madre de nuestro Hermano Mayor ha fallecido. Seguro que María Magdalena le ha abierto las puertas del Reino para disfrutar de la felicidad eterna junto al padre.
Desde estas líneas queremos dar nuestro más sentido pésame y apoyo a nuestro Hermano Mayor y toda su familia. Y nos unimos en oración por su eterno descanso.