Llega Navidad y con ella una de las fechas importantes del calendario católico. Lamentablemente, desde hace varios años, nuestra sociedad junto con valores comerciales y superficiales, han logrado borrar el sentido religioso de esta festividad. Convirtiéndola en algo “vacío”, comercial y llena de actos sociales.
¡Pero no podemos dejar a un margen su origen! Tenemos que ser valientes y “dar la vuelta a la tortilla”. Para ello es importante tener unos valores religiosos fuertes para impedir que la marejada de una navidad light nos lleve por delante. Teniendo la oportunidad de vivir realmente la Navidad, celebrando con mayúsculas el nacimiento de Jesús, el momento en el que Dios se hace hombre. El anuncio de la alegría, esperanza, paz y luz. El encuentro con Jesús que de nuevo nos llama a nuestro corazón buscando posada y refugio. Entonces ¡sí! La Navidad tendrá sentido y un año más podremos encontrarnos con el Niño Dios. FELIZ NAVIDAD.
