Estandartes.

Se llama estandarte a un tipo de bandera utilizada por corporaciones civiles o religiosas. La insignia que normalmente utilizan las cofradías consiste en un trozo de tela en el que puede aparecer pintada o bordada la imagen, escudo y nombre de la cofradía. 

 

Domingo de Ramos 1995

Dos son los estandartes que tiene la Cofradía en propiedad. El primero de ellos fue hecho por las Madres Adoratrices de Logroño en 1982. Sobre terciopelo marrón oscuro se bordó con hilo dorado el nombre de la Cofradía. En la otra cara se bordó en dorado el escudo de la Cofradía. Destacar que en la cruz hay cosidas varias piedras preciosas. 

Estandarte antiguo

Estandarte antiguo por delante

Estandarte antiguo parte de atrás

Con el cambio de hábito se tuvo que diseñar uno nuevo. Se encargó el año 2001 a una tienda de artículos religiosos en Madrid y el diseño fue realizado por los cofrades Rubén Pérez Lázaro y Juan Ramón Jiménez Arechavaleta. Sobre terciopelo negro aparece bordado en plata el nombre y escudo de la Cofradía y también bordados barrocos de realce enriquecidos. Por la parte de atrás está bordado en plata el nombre y escudo de la Cofradía. 

Boceto del estandarte enviado a Madrid

 

Estandarte actual

 

Estandarte actual

Pocos conocen las dificultades que pasaron los diseñadores para ver hecho realidad su diseño. En una primera exposición a la Junta de los diversos bocetos realizados, sólo fueron aceptados dos. Uno era el estandarte actual y el otro tenía las dos caras iguales a la parte trasera del actual. La mayoría votó por el primero pero a nuestro recordado y querido Pepe le parecía llamativo y ostentoso. El Hermano Mayor no lo veía claro ya que la opinión de Pepe era importantísima y a pesar de la anterior votación se decide encargar el segundo boceto. Los diseñadores realizan el encargo pero mandan a Madrid el primer boceto. En una nueva reunión comunican lo que han hecho y Pepe con su carácter tan peculiar es claro e incisivo, “si el estandarte no me gusta se devuelve y que lo paguen estos dos”. El estandarte llegó, a Pepe y al resto de miembros de la Junta les encantó y no fue devuelto.