domingo, 21 de abril de 2019

María Magdalena, ejemplo de vida


Durante esta semana el silencio y dolor percibidos nos iban anunciando que algo grande iba a ocurrir. El mejor regalo que Dios ha dado a todos los hombres y mujeres. ¡Aleluya! Cristo resucita y de nuevo renace la esperanza de la vida.

 
María Magdalena es buena compañera cuando atravesamos circunstancias duras de nuestra vida, cuando vivimos realidades de desesperanza, de no ver salida. Su ejemplo de vida nos sirve de ayuda en nuestro día a día para superar cualquier adversidad.

María Magdalena mujer enérgica, impulsiva y cariñosa que estuvo al pie de la cruz, tuvo el privilegio de ser la primera persona en ver resucitado a Cristo. Él honró su fe y le confió el primer mensaje de su resurrección.

María Magdalena desde el Ateneo -Viernes Santo 2019- foto de José Medrano Martín

El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro.
Echó a correr y fue donde estaba Simón Pedro y el otro discípulo, a quien tanto quería Jesús, y les dijo: «Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto.»
Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; y, asomándose, vio las vendas en el suelo; pero no entró. Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio las vendas en el suelo y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no por el suelo con las vendas, sino enrollado en un sitio aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó. Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos.
Evangelio según san Juan (20,1-9)

Cristo ha resucitado entre los muertos,
con su muerte ha vencido a la muerte.
Y a los muertos ha dado la vida.  Así sea.
19 de abril de 2019
 

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