miércoles, 4 de enero de 2023

Año nuevo: ¿Nuevos retos?

Comenzamos un nuevo año, deseando y esperando que venga cargado de salud, paz y felicidad para todos. 

En cuanto al apartado cofrade llega otro año clave. Tras el “subidón” del año pasado, teniendo la Semana Santa soñada, con toda una ciudad volcada y arropando a las cofradías y por ende a los cofrades, ahora toca mantener lo conseguido y en la medida de lo posible mejorarlo. Pero uno observa lo ocurrido desde abril y todo se resume en: ausencia y silencio. Y para colmo lo poco que se “ha escuchado”, ha sido negativo y preocupante, (situación de la Hermandad: problemas económicos, …).




Visto el panorama, podemos apreciar que seguimos sumergidos en un túnel al cual no vislumbramos salida y para colmo “los problemas aumentan y crecen”. Cuando hablo con conocidos de esta situación, (incluyo en ellos a cofrades de bien y con sentido común), todos defienden que “vivimos” desde hace muchos años una “crisis cofrade seria e incluso peligrosa”. 

Algunos observamos con incertidumbre y preocupación la desmotivación general: falta de cofrades, gente nueva..., poniendo en peligro el relevo generacional de nuestra Semana Santa, incluso poniendo en tela de juicio su futuro. Y sino sirvan de ejemplo las “campañas publicitarias” buscando voluntarios para portar pasos o participar en las procesiones.


Pero para algunos: aquí, todo bien.  Siguiendo igual de incompetentes como hasta ahora buscando soluciones. Continuando con nuestra incapacidad de “abrirnos” a la sociedad y mostrar mayor cercanía. En otras lugares, se hacen infinidad de actos, procesiones, actividades,..., sintiendo envidia sana y tristeza por no hacer nada parecido en Logroño. Parece que la vida de nuestras cofradías, salvo alguna excepción, dura siete días y el resto …, así nos va... ¡Ah! Y cuando se pretende hacer algo todo son trabas o críticas.


Muchos aún no comprenden cuál es nuestra finalidad, ante esto, deberemos reflexionar al respecto y entonar también el mea culpa. Como muchos comentan en privado o en otros blogs: “En el mundo cofrade logroñés, faltan túnicas de penitencia y sobran trajes, corbatas, medallas y pines”.

Lo que sí tengo claro es que de nuevo este año tendremos que esforzarnos por cargar la cruz, aportando nuestro granito de arena para cambiar todo este sin sentido. Haciendo llegar el mensaje de esperanza de Jesús y María Magdalena a una sociedad tan inmadura, infantil y carente de valores.


Ojalá este 2023 sea el inicio del cambio, el cuál se dará si cada uno de nosotros tomamos en serio nuestra misión como cofrades.



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