domingo, 3 de abril de 2022

Ensayo general

Se acercan días anhelados, esperados y el ensayo general nos hace caer en la cuenta que ya queda menos para Semana Santa. “Reencontrarnos”, banda y paso, el domingo previo a Ramos, hace que un “Magdaleno” inicie la cuenta atrás en su calendario pasional. 

Un rencuentro que ha supuesto hacer cofradía y comunidad. Percibir que somos una familia y que nuestra cofradía sigue latente y con mucha vida. Este año todos los actos que celebremos cobran mayor relevancia y se “viven” desde una percepción diferente; los queremos “sentir” más. 

Vídeo Ensayo General 2022




A pesar de ello, hay, como decimos los taurinos, división de opiniones. Llevo tiempo anunciándolo y lamentablemente estos dos años han “hecho mella” en las cofradías logroñesas. Quienes no me conozcan creerán que exagero o que soy negativo pero no, todo lo contrario. Basta tan sólo, hablar con amigos cofrades, “pasearse” por redes sociales para notar que algo falla, que esto no cuadra. 

No se llenan varas, pocos acompañantes, bandas con menos componentes, no hay relevo: fallan los jóvenes pero los “séniors” también, (un clásico en las cofradías de nuestra ciudad, si no puedo “cargar”, desparezco, cuando ¡son tan útiles y necesarios en otras tareas!), …, ¿qué pasa? ¿cómo es posible? 


Justamente hace dos años, “miles de cofrades” se agolpaban en redes, grupos de whatsapp, …, añorando procesiones y tiempos pasados. Deseando que llegara pronto la próxima Semana Santa para cargar y sacar sus pasos, llenando calles y recorridos procesionales. Nunca antes, las cofradías de Logroño tuvieron tantos integrantes. Si recopiláramos todos los mensajes y apoyos de aquel aciago abril de 2020, las once cofradías sumarían con facilidad más de 11.000 integrantes, una cifra excelente sin lugar a dudas. Hoy por hoy, la realidad es bien distinta. Dicen que somos 4.000 pero la mayoría de las cofradías están haciendo “encaje de bolillos” para “salvar los muebles”. 


Algunos dirán que más vale calidad que cantidad, ¡completamente de acuerdo! Pero cuando tras dos años en blanco, ocurren estas cosas, la situación es más seria de lo que parece. Y esto, no hace sino confirmar que la crisis que vive nuestra Semana Mayor viene de varios años atrás y este parón ha acrecentado aún más la cuesta abajo. De ahí mi insistencia para aunar fuerzas, remando todos en la misma dirección, buscando soluciones y no culpables para que en un futuro las próximas generaciones puedan disfrutar de este gran legado, que desafortunadamente no estamos sabiendo gestionar ni fomentar.

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