Buenas noches:
Saludamos fraternalmente a todos los presentes: autoridades, representantes de la Hermandad de cofradías de la Pasión, resto de cofradías y devotos que esta noche nos acompañan en la Procesión del Silencio y Dolor de María Magdalena.
El Viernes Santo de 1949, ocho cofrades de la antigua Hermandad, portaron por primera vez sobre sus hombros a María Magdalena en la Magna procesión del Santo Entierro.
Desde entonces con gran ilusión, sacrificio, pasión y devoción, muchas mujeres y hombres le han portado, acompañado y escoltado en señal de penitencia por las calles de nuestra ciudad. Siempre fieles a ella y a su encargo: vivir agradecidos y entregados a los demás, haciendo llegar el mensaje de esperanza y vida que Jesús le transmitió.
A las puertas de un nuevo Viernes Santo, María Magdalena, sufre en silencio. Lo que va a acontecer es doloroso pero a la vez necesario. Sabe que no está sola, su cofradía, sus fervientes penitentas y resto de fieles han escuchado su llamada y le acompañan en su caminar para revivir el misterio de amor de Dios que se ha entregado a la muerte por todos nosotros.
Aprovechemos este momento, para clavar en la cruz todo aquello que nos hace injustos y aleja de los demás. Teniendo la suerte de vivir un año más, una experiencia única, acompañando a nuestra santa, cuya vida siempre nos sirve de estímulo.
No podemos olvidar a todos los que le han acompañado o portado y que ya no están con nosotros. Sabemos que a todos ellos personalmente cuidas, disfrutando de la felicidad eterna junto al Padre.
El amor que es la vida hecha vuelo,
te condujo a los pies del Señor.
Magdalena bendita, tu anhelo,
hizo un día en la tierra tu cielo
y en él, Cristo te daba su amor.
Hoy tu cofradía te aclama, te implora
y te da con su fe el corazón,
si es preciso llorar también llora,
como tú para hallar el perdón.
María Magdalena, tú que te arrepentiste de tus pecados por amor a Jesucristo, ruega por nosotros para que se perdonen los nuestros.
¡Santa María Magdalena, ruega por nosotros!
¡Buena procesión!
Durante toda la procesión, pedimos el más riguroso silencio y la mayor atención a las indicaciones que los distintos responsables vayan dando. Los hermanos y hermanas de otras cofradías en la medida de lo posible y en el tramo de Hermanos Moroy a Capitán Galarza podrán portar a María Magdalena siempre que sean mayores de edad.
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