viernes, 9 de febrero de 2024

75º Aniversario - Y 52 años después, el Silencio llegó (III)

Después de integrar la imagen de María Magdalena Penitente en la Semana Santa de nuestra ciudad en 1949, la creación de la Procesión del Silencio en la que María Magdalena es la auténtica protagonista, es sin duda uno de los grandes logros por parte de nuestra cofradía en estos 75 años.






Desde 2001 cada primavera esta procesión emociona más, el silencio y seriedad de cofrades y público es sobrecogedor, ayudando a entender mejor el sentido real de la Semana Santa. Es uno de los momentos sencillos, únicos e inigualables de nuestra Semana Mayor, transmitiendo una sensación de paz, reflexión y meditación interna que no se encuentra en otras procesiones de nuestra ciudad. Recordemos sus inicios. 


En el seno de la Junta Directiva y a iniciativa de Rubén Pérez Lázaro y Juan Ramón Jiménez Arechavaleta, se estudia la posibilidad de organizar una procesión propia. Ambos cofrades exponen la necesidad de crear una procesión distinta a las conocidas en Logroño. Basaban su idea en varios puntos de gran importancia:


1º- La procesión sería de carácter penitencial, acorde a los fines e identidad de la cofradía. Teniendo como nombre: Procesión del Silencio y Dolor de santa María Magdalena.


2º- Se haría en completo silencio. Posibilitando a la Sección de tambores y bombos portar el “paso”, asegurando así el relevo generacional de los portadores.


3º- Como símbolo de fraternidad y hermandad con el resto de cofradías, los acompañantes de éstas, mayores de dieciocho años podrían también cargar siempre y cuando lo pidiesen antes del inicio de la procesión.


4º- Hora de comienzo: doce de la noche del Viernes Santo. El punto de partida sería la Concatedral de La Redonda recorriendo: Plaza del Mercado, Portales, Marqués de Vallejo, Hermanos Moroy, Capitán Gallarza, San Agustín, Plaza de San Agustín, Portales, Plaza del Mercado y  acabando de nuevo en la Concatedral.





La idea fue muy bien acogida, siendo aprobada por la Junta Directiva del entonces Hermano Mayor Isaac Castillo. En Asamblea General Extraordinaria el resto de cofrades aprueban por unanimidad la nueva procesión.


El Hermano Mayor y los dos cofrades impulsores, gestionan su autorización con el Cabildo de la Concatedral y la Hermandad de Cofradías de la Pasión de la ciudad de Logroño. Ambas partes apoyan la Procesión del Silencio y Dolor de María Magdalena, ratificando su organización y afirmando que daría mayor realce y sentido a nuestra Semana Santa. Tras duros y largos meses de trabajo se alcanza la meta deseada.                  



El 12 de abril de 2001 pasa a la historia de la cofradía, como el día en que se celebra la primera Procesión del Silencio y Dolor de María Magdalena. El resto de Cofradías de la ciudad se vuelcan en el desfile acudiendo en masa como acompañantes. El silencio tan sólo es roto por el sonido de las horquillas, el golpeo del mazo y el arrastre de la enorme y pesada cruz que cargan los cofrades del Santo Sepulcro. La ciudad se agolpa en completo silencio durante todo el recorrido dando muestra de gran respeto y fervor.




Desde la Semana Santa de 2005 tiene lugar un momento único. La cofradía del Descendimiento de Cristo de regreso con su paso a la Iglesia Imperial de Palacio coincide con la salida de María Magdalena y sus penitentes. Un encuentro de gran seriedad y silencio, interrumpido por el rezo de las cofradías y asistentes. 






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