Ya
pasada la Semana Santa 2014, es momento de recordar lo vivido y experimentado
durante estos días tan especiales llenos de sentimiento y emoción. Celebrando
una vez más el acontecimiento más importante de nuestra fe. Y es que las procesiones
sin fe son puro teatro y ganas de figurar.
María Magdalena prepara para la procesión del Silencio -2014-
Cofrades ya listos minutos antes de las doce en la Capilla de Los Ángeles
Procesión del Silencio y Dolor de Santa María Magdalena -2014-
Girando Portales tras el encuentro con el Descendimiento en la Plaza del Mercado
Subiendo el paso por Marqués de Vallejo
Saliendo de San Agustín por el Museo para bajar a Portales
VÍDEO: Procesión del Silencio y Dolor de Santa María Magdalena -2014-
Durante
esta Semana Santa hemos tenido la posibilidad de tener momentos de reflexión y
conversión que se han mezclado con el ensordecedor ruido de los tambores,
timbales, bombos y cornetas de las distintas cofradías. Calles estrechas y
oscuras con las aceras abarrotadas de gente que muchas veces no puede ocultar
sus lágrimas al paso de los diferentes “pasos”. Cofrades que al ruido de mazos
y campanas cargan sobre sus hombros el “paso” de su promesa. Y me pregunto,
¿cuántas veces lo habrán mirado antes de partir? ¿Cuántas veces portando su
“paso” han tenido la tentación de pretender penetrar en el pensamiento de tanta
gente que por primera vez, o quizá como única al año, fijan sus ojos en la
imagen que portan? ¿Miradas de súplica, de gracia o de arrepentimiento? Lo que
sí sé es que son miradas limpias y sinceras.
Esperemos
que lo vivido y reflexionado durante estos días nos anime a ayudar a todos
aquellos “pasos vivientes” que cada día se cruzan en nuestras vidas y a
comprender que cada día hay una nueva Semana Santa.
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