jueves, 1 de mayo de 2014

¿Y todo acabó...?



Ya pasada la Semana Santa 2014, es momento de recordar lo vivido y experimentado durante estos días tan especiales llenos de sentimiento y emoción. Celebrando una vez más el acontecimiento más importante de nuestra fe. Y es que las procesiones sin fe son puro teatro y ganas de figurar. 
María Magdalena prepara para la procesión del Silencio -2014-


Cofrades ya listos minutos antes de las doce en la Capilla de Los Ángeles


Procesión del Silencio y Dolor de Santa María Magdalena -2014-


Girando Portales tras el encuentro con el Descendimiento en la Plaza del Mercado



Subiendo el paso por Marqués de Vallejo

 
Saliendo de San Agustín por el Museo para bajar a Portales


 VÍDEO: Procesión del Silencio y Dolor de Santa María Magdalena -2014-

Durante esta Semana Santa hemos tenido la posibilidad de tener momentos de reflexión y conversión que se han mezclado con el ensordecedor ruido de los tambores, timbales, bombos y cornetas de las distintas cofradías. Calles estrechas y oscuras con las aceras abarrotadas de gente que muchas veces no puede ocultar sus lágrimas al paso de los diferentes “pasos”. Cofrades que al ruido de mazos y campanas cargan sobre sus hombros el “paso” de su promesa. Y me pregunto, ¿cuántas veces lo habrán mirado antes de partir? ¿Cuántas veces portando su “paso” han tenido la tentación de pretender penetrar en el pensamiento de tanta gente que por primera vez, o quizá como única al año, fijan sus ojos en la imagen que portan? ¿Miradas de súplica, de gracia o de arrepentimiento? Lo que sí sé es que son miradas limpias y sinceras.
Esperemos que lo vivido y reflexionado durante estos días nos anime a ayudar a todos aquellos “pasos vivientes” que cada día se cruzan en nuestras vidas y a comprender que cada día hay una nueva Semana Santa. 

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