sábado, 15 de marzo de 2014

Vista atrás.



Echemos la vista atrás y volvamos a vivir la Semana Santa de hace cincuenta años contada y narrada por nuestro querido Pepe, va por ti amigo.
En su casa durante la entrevista
Sus inigualables cofrades de la Magdaleda
“Mi padre, tíos y primos pertenecían a La Hermandad de Pasión y Santo Entierro y cuando cumplí ocho años allá por el lejano 1952 me apunté a La Hermandad. Soy tan “viejo” que he visto pasos que ya no salen en procesiones y como La Dolorosa, El Santo Sepulcro, La Borriquita y el del Ayuntamiento iban con ruedas. 

Paso del Descendimiento
Santo Sepulcro años cuarenta
Manto de La Dolorosa
Tras varios años en la Sección Infantil tuve que elegir “paso”. Pude haber elegido otras cofradías con mayor renombre en Logroño pero al estar mi primo Talito en el paso de  La Magdalena no le di muchas vueltas. Era el “paso más pobre” éramos los que menos íbamos pero si se contaba a las penitentas era sin duda el más numeroso. Cuando entré en el “paso” en total sumábamos nueve cofrades. La Magdalena ya llevaba algunos años saliendo gracias a la devoción de varias personas entre ellas al padre del pielero, mis primos, amigos, … 

                                                                VÍDEO: Recordando.

Para acceder a una vara había que heredar el puesto pasándose de padres a hijos y si no era un hijo debía de ser un familiar. Gracias a Dios todo esto ha cambiado. La imagen se bajaba a primera hora de la mañana del Viernes Santo. Estaba situada en una de las columnas que están delante del Altar Mayor. Más tarde la pasaron al lado de la puerta de la Sacristía. Debo recordar para los que no lo sepan que cuando cambiaron la imagen de lugar, muchos fieles se quejaron al Cabildo. La Magdalena siempre ha sido muy querida por la gente de Logroño, hay mucha devoción hacia ella, nunca entendimos por qué fue trasladada a la parte trasera de la Concatedral.

Santa María Magdalena
Como decía, bajábamos la imagen y después nos íbamos a buscar flores por toda la ciudad y así poder adornar el paso. Tras decorar y preparar el paso, todos juntos almorzábamos en un bar, el ambiente era muy distinto al actual. Sin darnos cuenta teníamos el tiempo justo para ir a casa a recoger el traje.
Al acabar la procesión recogíamos todo y tras subir a la imagen nos íbamos juntos a cenar hasta altas horas de la madrugada. Todo empezaba y acaba el Viernes.
Los años fueron pasando, se cambiaron las andas, nos hicimos Cofradía, aumentó el número de cofrades, nos prohibieron la paradita junto al Bar Iturza en la calle Mayor, se cambió el traje, se empezó a participar con “La Magdalena pequeña” en la procesión del Viernes de Dolor, se vuelve a cambiar de traje, se funda la banda de tambores,…., y así hasta hoy,  ¡cómo pasa el tiempo!¡qué mayor estoy!
No puedo despedirme sin dar este consejo, a los que van para “viejos” que ayuden y aporten su veteranía y experiencia. Y a los jóvenes que no pierdan la ilusión y el sentimiento por la Cofradía, ya que si se siente de verdad, es una experiencia maravillosa.”

Entrevista realizada a José Cestafe, “Pepe” el sábado 6 de febrero de 1999. Posteriormente  publicada en parte el 6 de marzo de 1999 en el Nº2 del Periódico:  “El Paso de las Penitentas”.
Siempre con "su Magdalena"

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