domingo, 5 de noviembre de 2017

Sección de instrumentos - 25º Aniversario (II) - Semana Santa 1993.


Sin darme cuenta, ya estábamos a 2 de abril, en pleno inicio de la Semana Santa de 1993. Aún puedo recordar todo lo sucedido durante los siete meses pasados. Ensayando cada domingo durante más de dos horas y, sí,  por fin Viernes de Dolores.


A falta media hora para comenzar la procesión, todos los cofrades nos vestimos en la iglesia de Santiago el Real. En todos los rostros, se aprecia ilusión, ganas, alegría pero sobre todo nerviosismo y tensión. Hoy es la primera procesión en la que desfila la nueva banda de la cofradía y eso se nota.
A pesar del cielo azul, la tarde no es calurosa pero la gente abarrota las calles del recorrido. Las puertas de la iglesia se abren y tranquilamente salimos hacia la Travesía de Santiago. Tras esperar unos minutos, el paso pequeño de santa María Magdalena sale de Santiago y para justo en frente de nosotros. Son las 20:30, Alfredo, jefe de tambores, rompe el silencio del momento alzando la voz: “Redoble por filas, entrada de bombos y marcha lenta”. Tras tres golpes de caja del jefe, todos los componentes de la banda comenzamos a tocar. Así hasta que a las 22:00, María Magdalena regresa a la Concatedral de La Redonda. Antes de su entrada, un redoble final deja a Portales en silencio. Apretones de manos y abrazos entre todos los cofrades de la cofradía, liberando tensión y felicitándonos por el deber cumplido. Así fue la primera procesión de nuestra banda.



Viernes de Dolor - 1993

Pero la sorpresa nos llegó al día siguiente cuando el Hermano Mayor de la Cofradía de la Flagelación, nos invita a participar en su Viacrucis del Martes Santo. Tras cambiarnos en el salón parroquial de Santa Teresita, formamos en Menéndez Pelayo y tras un comienzo más que regular, acompañamos con nuestro ritmo a los hermanos de la Flagelación.

Digamos, que durante esta procesión, las cosas no salieron como el viernes pero a pesar de ello las felicitaciones de los cofrades de la Flagelación fueron como un bálsamo.

Viernes de Dolor - 1993

Al ser banda novel en la Hermandad, nos tocó desfilar en la procesión del Encuentro. El miércoles 7 de abril de 1993, será recordado como el Miércoles Santo en el que nuestra banda más bordones y parches rompiera. Menos mal que por allí estaban varios cofrades de incognito. Gracias a ellos muchos de los bordoneros se pudieron arreglar y a un par de tambores se les cambió el parche en la Villa de Madrid del  recordado “bragas”. A pesar de todo, estos contratiempos no nos desanimaron y cumplimos con creces nuestro cometido.

Al final, llegó el día esperado por todos, Viernes Santo. Día soleado y caluroso. A las 21:00 iniciamos nuestro recorrido con nuestra imagen titular en la Magna Procesión del Santo Entierro. Fue sin duda el día que mejor tocamos y que mejor salió todo. Emocionante fue ver por primera vez el paso de María Magdalena, portado al sonido de su banda y sobrecogedor cuando éste entraba por la puerta de Los Ángeles de La Redonda  acompañado por un ritmo  en piano de la variante tres.


Banda e imagen al fondo de María Magdalena - Viernes de Dolor - 1993
De nuevo, abrazos, felicitaciones e incluso lágrimas de emoción al concluir la procesión. Pero sobre todo satisfacción por todo lo vivido durante estos días llenos de sentimiento y como no nervios y tensión.
Como colofón, al día siguiente una comida para toda la banda, organizada y realizada por nuestro querido hermano Pepelu y Ángel Castillo, en la Sociedad Gastronómica La Trastienda, pone punto final a una semana muy intensa.
Sí, sí, …., así fue la primera Semana Santa de nuestra banda hace veinticinco años. Como las de “antes”, de marcha lenta, intercalando el ritmo con tres sencillas variantes y redobles de “piano a forte”. Pero que aún hoy algunos de los que formábamos parte de la banda aquella Semana Santa seguimos recordando y nunca olvidaremos.

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