Lentamente, entrados ya en febrero, el “movimiento” cofrade se empieza a notar con un aumento de reuniones, ensayos, … Aunque continuamos sin encontrar la solución ni salida al largo túnel en el que vive nuestra Semana Santa y que el año pasado para colmo alcanzó “cumbre”.
Bueno, cumbre es un decir, porque cada año nos vamos superando. Cuando hablo con conocidos de esta situación, (incluyo en ellos a cofrades de bien y con sentido común), todos defienden que “vivimos” desde hace muchos años una “crisis seria e incluso peligrosa”.
Se observa con incertidumbre y preocupación la desmotivación general: falta de cofrades, gente nueva..., poniendo en peligro el relevo generacional de nuestra Semana Santa, incluso poniendo en tela de juicio su futuro. Y sino sirvan de ejemplo las “campañas publicitarias” buscando voluntarios para portar pasos o participar en las procesiones, como si fuera esto el desfile de un festival.
Eso sí, no hay nada mejor que copiar y meter con calzador modelos del sur para creer reflotarla, a la vez montar y crear un nuevo paso e incluso varios para el Domingo de Resurrección y que solucionen así, todos nuestros problemas, o ¿los aumenten?
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Anuncio de la suspensión de la procesión del Santo Entierro de 2024 |
¡Ay, ay! ¿Alguien ha dicho o comentado algo al respecto de las suspensión del Viernes Santo de 2024? Haciendo balance del mayor ridículo en años de tal desastre. Silencio en la sala, ¿verdad?
¡Ah! ¿Y qué hay de lo nuestro, acerca del 75º aniversario? Más silencio aún. Porque lamentablemente la lluvia hizo imposible el “encuentro” entre el Resucitado y María Magdalena. Pero, ¿este año se hará? La respuesta ya la tuvimos el mismo Domingo de Resurrección en la capilla de Los Ángeles de La Redonda por uno de los miembros que forman parte de la Junta de la Hermandad de cofradías a nuestra Hermana Mayor, (por cierto un respuesta muy “empática, acompañada de un educado y fuerte abrazo”): “recuerda el papel que firmaste en aquella reunión, solo este año, así que ya sabes, esto es así”.
¡Ah! Gran ejemplo de comprensión y compasión católica pero claro, cuando una procesión extraordinaria planificada para tal conmemoración no era bien vista por “ciertas personas”, (a buen entendedor sobran nombres), es difícil ir contracorriente e intentar su organización en 2025. ¡Qué pena!
Y llegados a este punto, ¿qué hacer? Muchos aún no comprenden cuál es nuestra finalidad y ante esto, deberemos reflexionar al respecto y entonar también el mea culpa. Como muchos comentan en privado o en otros blogs: “En el mundo cofrade logroñés, faltan túnicas de penitencia y sobran trajes, corbatas, medallas y pines”.
Quizá una posible solución nos la dio el año pasado el Hermano Mayor de la Real Hermandad del Santo Entierro de Sevilla, Fermín Vázquez, en la inauguración de la exposición “Santo Entierro” que tuvo lugar en nuestra ciudad: “lo importante de cada sitio es que conserve su idiosincrasia; a mí me molesta, como sevillano, que en algunos sitios se pierda la esencia por intentar copiar el modelo de Sevilla, porque creo que cada uno debe conservar lo suyo y cuidarlo”. Que algunos tomen nota.